13/8/13

Crisis de verano

Poster The LifeguardEl regreso a la ciudad natal es uno de los recursos más utilizados en el cine, sobre todo en el cine independiente, para abordar la crisis vital de la vida adulta. Cuando todo no marcha como uno lo esperaba no hay nada mejor que reconectar con el pasado para salir del bache existencial. Así al menos lo hemos visto en películas como Beautiful Girls, Algo en común, Elizabethtown o en la maravillosa Young Adult, que le dio al tema un perverso giro de tuerca. Más convencional resulta el regreso a casa de Leigh, la protagonista de The Lifeguard, ópera prima de la también guionista Liz W. García.

Leigh es una periodista de Nueva York a la que le queda poco para cumplir 30 años y que al borde de la depresión decide dejar su trabajo y regresar a su ciudad, Connecticut, e instalarse indefinidamente en casa de sus padres. Allí buscará trabajo como socorrista de una piscina local, se pondrá en contacto con sus viejos amigos, que tampoco están pasando por el mejor momento de sus vidas, y entablará una especial relación con el hijo de 16 años del encargado de mantenimiento. Básicamente, Leigh huye de su existencia gris como adulta e intenta revivir su época de adolescente, teniendo un trabajo de estudiante y haciendo locuras varias.

The Lifeguard2

La película se pone interesante cuando se centra en el contraste que se produce entre la protagonista, que añora la vida sencilla de su ciudad natal, con la de los chavales de la región, que sueñan con escapar de sus rutina y dramas familiares para vivir en cualquier otro lugar. En el medio se encuentran los amigos de Leigh, un treintañero armarizado con miedo a salir al exterior y la subdirectora del colegio, frustrada por sus intentos fallidos de ser madre y lo incomprendida que se siente respecto a su marido. La trama de The Lifeguard toca temas interesantes pero es incapaz de convertirlos en algo verdaderamente especial y atractivo, además que de la dirección de Liz W. García resulta muy amateur, no muy alejada de los telefilmes de sobremesa, y con tendencia a poner canciones cada dos por tres.

The Lifeguard

El principal reclamo de la cinta reside en Kristen Bell, una actriz a la que le sobra carisma y encanto pero que no ha terminado de encontrar su lugar en el cine. Desde luego que The Lifeguard es mejor elección que las comedias bobaliconas de Disney que protagonizó hace unos años, pero a pesar de su más que correcta interpretación, lamentablemente esta película no supondrá su despegue definitivo. De la galería de secundarios habría que destacar la presencia Mamie Gummer, hija de Meryl Streep (la nariz es igualita) que está intentando labrarse una carrera lejos de la sombra de su madre. The Lifeguard no es especialmente reseñable pero como pasatiempo ligero no está mal, aunque poco aportará a los que también se estén replanteando sus vidas. Recordad que como la comida que hace mamá, ninguna.

5’5/10

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